
El 18 de agosto de 1952 un hombre de extraordinario carisma dejó este mundo para nacer al cielo. Luchador incansable de la justicia social y de la dignidad de las personas en condición de pobreza, el Padre Alberto Hurtado nos dejó con su partida un ejemplo de vida. En su honor, el 18 de agosto se ha instaurado como el Día de
En esta oportunidad, el mes tiene el lema “Una acción vale más que mil palabras. Ponte en acción hoy, mañana y siempre”, y busca motivar a la ciudadanía a tener una actitud permanente de preocupación por el prójimo. Preocupación que debe nacer por el que está a nuestro lado e irradiarse con fuerza hacía muchos otros.
De mi participación en las conversaciones de algunos voluntarios del Hogar de Cristo, siempre me impactó el comentario sobre la pobreza y la soledad en la que viven muchos, a pesar de tener una familia. Muchos ni siquiera viven solos, sin embargo, sus vidas transcurren en la soledad absoluta. Cuando descubramos el dolor de esa tristeza y de esa soledad, recién, en ese momento, entenderemos el real significado de la gran labor de San Alberto Hurtado.
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