
En vista que la beatificación del apreciado Papa Juan Pablo II ya es todo un hecho, sería valioso conocer en detalle qué es una beatificación, por qué se concede, qué se necesita para otorgarse, en qué se diferencia de
1.- Qué es una beatificación?
Es una primera respuesta oficial y autorizada del Santo Padre a las personas que piden poder venerar públicamente a un cristiano que consideran ejemplar, con la cual se les concede permiso para hacerlo. Es una sentencia no definitiva que tiende a la canonización y permite que se le tribute culto con ciertas limitaciones.
Para iniciar el proceso de beatificación el Código de Derecho Canónico exige que haya transcurrido un plazo de cinco años desde la muerte del fiel, aunque el Papa tiene la prerrogativa de saltarse esa norma, como ya hizo Juan Pablo II con
Para el acto ceremonial de la beatificación, el Papa suele designar un Cardenal que la realice en su nombre.
2.- ¿Cómo surgió la beatificación?
La declaración de santidad podemos decir que es tan antigua como
Sin embargo, con el paso del tiempo ha evolucionado el proceso. A partir del siglo X, se pedía con frecuencia la aprobación del Papa, y desde el siglo XIII se reservó exclusivamente a él. Los papas Urbano VIII y, sobre todo, Benedicto XIV en el siglo XVIII, establecieron las normas que han de seguirse en las dos fases de que consta la declaración de santidad: la beatificación y la canonización, ambas reservadas al romano pontífice.
3.- ¿Quién hace la petición de la beatificación?
A quien le corresponde hacer la solicitud de beatificación ante
A partir de ese momento, comienza un largo y cuidadoso proceso a cargo de diferentes expertos, quienes después de varias fases, emiten la resolución final. Finalmente, si el caso es aprobado, el candidato es declarado “beato”.
4.- ¿Qué es una canonización?
Con la canonización, al “beato” le corresponde el título de “santo”. La canonización, en términos generales, es un decreto concerniendo la veneración eclesiástica pública de un individuo.
Después de la beatificación, la causa queda parada hasta que se presenten –si es que se presentan– adicionales señales divinas, en cuyo caso todo el proceso de milagros se repite. Las fichas activas de la congregación contienen a varios centenares de beatos, algunos de ellos muertos hace siglos, a quienes les faltan los milagros finales, posbeatificatorios, que la Iglesia exige como signos necesarios de que Dios sigue obrando a través de la intercesión del candidato.
Cuando el último milagro exigido ha sido examinado y aceptado, el Papa emite una bula de canonización en la que declara que el candidato debe ser venerado (ya no se trata de un mero permiso) como santo por toda la Iglesia universal. Esta vez el Papa preside personalmente la solemne ceremonia en la basílica de San Pedro, expresando con ello que la declaración de santidad se halla respaldada por la plena autoridad del pontificado. En dicha declaración, el Papa resume la vida del santo y explica brevemente qué ejemplo y qué mensaje aporta aquél a la Iglesia.
5.- ¿Quién tiene el poder de declarar a un candidato merecedor de beatificación o canonización?
Únicamente el Santo Papa; aunque se establecen unos tribunales de investigación, se realizan diversos estudios y análisis por asesores expertos, se consultan con los cardenales de la congregación, es él quien tiene la decisión final.
6.- ¿Qué requerimientos se necesitan para concederse una beatificación?
Además de los atributos personales de caridad y virtudes heroicas, se requiere un milagro obtenido a través de la intercesión del Siervo/a de Dios y verificado después de su muerte. El milagro debe ser probado a través de una instrucción canónica especial, que incluye tanto el parecer de un comité de médicos (algunos de ellos no son creyentes) y de teólogos.
No obstante, el milagro no es requerido si la persona ha sido reconocida mártir (cristiano que ha donado su vida a la causa del Señor).
7.- ¿Por qué
Todos los santos y beatos de la Iglesia realizaron una misión común: llevar a la perfección la “vida cristiana”. Perfección a la cual todos estamos llamados por el mismo Señor cuando nos dijo: "Sed perfectos como Mi Padre es perfecto"(Mt 5:48). Vemos como a lo largo de la historia de la Iglesia, miles de hombres y mujeres, niños y ancianos se han lanzado a la conquista de esta gracia y nosotros en nuestros días somos dichosos al tener tan “gran nube de testigos” que son ejemplo seguro que podemos seguir en nuestro caminar hacia la perfección.
El proceso de beatificación de Juan Pablo II
El 13 de mayo de 2005, el Cardenal Camillo Ruini, Vicario para la ciudad de Roma, dio formalmente por iniciado el proceso de beatificación de Juan Pablo II; para ello, Benedicto XVI concedió el 28 de abril dispensa del plazo de cinco años de espera después de la muerte requerido por el derecho canónico para iniciar el proceso de beatificación, de modo similar a como hizo el mismo Juan Pablo II con el proceso de beatificación de
El 2 de abril de 2007, dos años después de su muerte, concluyó la fase diocesana del proceso de beatificación, reuniéndose todos los testimonios sobre su vida y los presuntos milagros, destacándose el de la monja francesa Marie Simon Pierre, quien dice haber sido curada por intercesión del Pontífice fallecido de la enfermedad de Parkinson dos meses después de su muerte.
En una misa que se realizó en la Plaza de San Pedro el mismo día, el Papa Benedicto XVI aseguró que el proceso va rápidamente. En tal fecha, finalizada la primera fase de su proceso de canonización, le fue concedido el título de “Siervo de Dios”.
El 19 de diciembre de 2009 fue declarado “Venerable” por Benedicto XVI. Un milagro atribuido a su intercesión fue analizado y considerado inexplicable según la ciencia, por lo que tras diversas reuniones el Papa Benedicto XVI autorizó la beatificación de Juan Pablo II en enero de 2011. La ceremonia de beatificación está programada para el 1 de mayo de 2011.
A principio de 2011, P. Federico Lombardi, Portavoz ante la Prensa del Vaticano anunció la fecha de la beatificación y el traslado de sus restos mortales, que hasta entonces se encontraban en la cripta vaticana, hasta la capilla de San
Este proceso de beatificación es catalogado como el más corto de la historia de
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