20091118

María, discípula que celebra la vida y la fe

Hoy la Virgen María nos invita a celebrar la vida y la fe en nuestra vida de todos los días; en el colegio, en el hogar, en las reuniones con los amigos y sobre todo a maravillarnos con la simpleza de la vida. Seamos unidad y luz de alegría en todo lugar y que sean nuestras labores diarias las que nos provoquen mayor alegría.

Miércoles 18 de Noviembre de 2009

“María, discípula que celebra la vida y la fe”

1.- Motivación

La espiritualidad de los discípulos se manifestaba en la cotidianidad de la vida. “Mira como se quieren” expresaban los primeros testigos de la comunidad cristiana naciente. La fe hay que manifestarla y celebrarla. En esto radica la novedad del Evangelio. Justamente María, la primera discípula, nos ayuda a celebrar la fe en las cosas sencillas de cada día.

El Espíritu Santo nos permite celebrar nuestra fe en la vida cotidiana. Por eso somos testigos de un Iglesia abierta al Espíritu, atenta a las iniciativas de Dios, que nos amó primero y nos eligió para ser discípulos-misioneros. Porque el Espíritu de Dios está en ella, ésta realiza su misión con gozo, esperanza y gratuidad, también en medio de sufrimientos y tribulaciones.

2.- Palabra de Dios (Lc 1,39-50)

“Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: “¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!”.

Tomando en cuenta las dificultades de ser cristiano, ¿por qué sigo siéndolo?

¿Qué cambios en nuestra vida deberíamos hacer para que los demás, al igual que como ocurrió con los primeros cristianos, digan de nosotros “¡Mira cómo se quieren!”?

3.- Oración

Santa María, madre de Cristo nuestro hermano, Escúchanos

Madre de los muchachos, ruega por nosotros.

Madre de los que caen, ruega por nosotros

Madre de los olvidados, ruega por nosotros

Madre de la vida, ruega por nosotros

Madre de la fe, ruega por nosotros

Madre de los jóvenes, ruega por nosotros

Reina de los que viven alegres, quédate junto a nosotros

Reina de los que se levantan, quédate junto a nosotros

Reina de los corazones generosos, quédate junto a nosotros

Reina de los días alegres, quédate junto a nosotros

Oh, Dios que nos diste a María como auxiliadora de los cristianos,

fortalece a tu Iglesia que vive y celebra la fe con alegría.

4.- Un momento con María

El domingo es el día por excelencia de la fiesta: celebramos la resurrección del Señor, el gozo y el triunfo de la vida nueva. Por eso los domingos es fiesta, es día de encuentro, es día de descanso y renovar fuerzas para seguir trabajando.

La visita de María a su prima Isabel es un encuentro de gozo y de alegría. La vida y la fe se entrelazan en la cotidianeidad familiar.

5.- Vivieron su Cariño a Maria

La profunda admiración hacia la persona de Santa Teresa de los Andes nos lleva nuevamente a compartir algunos rasgos de una niña alegre como cualquier otra. Destacamos cómo ella vivió su amistad con el Señor y la Virgen María. Nos cuentan sus biógrafos que Teresita, como joven, tocaba la guitarra, jugaba tenis, enseñaba a leer a los que no sabían y gozaba de tardes familiares rezando el Rosario.

Y nosotros, ¿cómo vamos celebrando la fe en nuestra vida? ¿De qué modo su ejemplo nos impulsa a ser discípulos-misioneros en nuestro medio?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios