20091116

MARIA TAMBIEN VIVIO EL DOLOR

En este hermoso mes dedicado a la bellísima Virgen María, los invito a descubrir que frente a nuestros humanos dolores, penas y angustias; nunca estamos solos, es el mismo Dios quien sale a nuestro encuentro. Hoy quiero dejarles esta reflexión que nos aproxima a una Virgen María cuyo sufrimiento fue uno de los más devastadores.

Lunes 16 de Noviembre de 2009.

“María, discípula que encuentra al Señor en el dolor”

1. Motivación

María vivió la experiencia del dolor como madre que ve el dolor de su único hijo. Ella vivió duramente el acoso y desprecio que muchos sintieron toda la vida por Jesús, y lo acostó entre sus brazos y lo cobijó en su pecho cuando lo recibió muerto después de horas de agonía en la cruz. ¡Qué dolor más grande la de una madre que ve partir a su Hijo despojado de la vida! La experiencia del dolor es también una experiencia de sentido vital, porque en ese dolor también está el Señor presente. ¡Cuantos dolores y heridas están presentes en nuestro corazón mediante las cuales Dios mismo sale a nuestro encuentro! El dolor es una experiencia humana que María vivió al igual que nosotros, aunque más intensamente a lo largo de toda su vida.

2. Palabra de Dios (Jn 19,25-27)

Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala. Jesús, al ver a su Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.” Después dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre.” Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa”.

· ¿En qué momentos de dolor me acuerdo que busqué en mi fe una respuesta?

· ¿Cómo podemos enseñar a los demás que, cuando sufren, Cristo y su Madre dolorosa, los acompañan?

3. Oración

María acompaña el sufrimiento de Jesús

y sufre con Él.

María vive la cruz. No la observa.

María comparte el sufrimiento.

No se tapa los ojos ni huye.

María asume la pasión. No la niega.

Participa del dolor, de la humillación y de la muerte.

Permanece de pie. No se desmaya ni desespera.

Ama a su Hijo. No duda. Confía plenamente en Él.

María madre del dolor

ayúdanos a encontrar un sentido

a nuestras penas y dolores.

4. Un Momento con María

Muchas veces enfrentamos situaciones dolorosas en la vida o conflictos o angustias muy grandes. Nadie está libre de una cuota de sufrimiento, de dolor. Lo vivió Jesús en Jerusalén y lo vivió la Virgen María al contemplar la condena injusta del hijo de sus entrañas. Por eso nos hace muy bien saber hoy día que María también está a nuestro lado, junto a nosotros y con los que sufren hoy.

5. Vivieron su Cariño a Maria

Santa Teresa de los Andes partió muy joven a la casa del Padre Dios, antes de cumplir 20 años. Ella también vivió la experiencia del dolor y del sufrimiento y ofreció su dolor a Cristo en momentos muy difíciles cuando enfrentaba muy joven una dolorosa enfermedad que finalmente le causaría la muerte. Dijo Teresita: “Para una carmelita, la muerte no tiene nada de espantable. Va a vivir la vida verdadera. Va a caer en brazos del que amó aquí en la tierra sobre todas las cosas. Se va a sumergir eternamente en su amor”

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